Hace más de 15 años

Decidimos formar una asociación gastronómica allá por el año 1992. Fue un 26 de septiembre y lo siguiente es la transcripción del acta que levantamos sobre ese día:

" [...]  Se sirvieron en primer lugar varios entrantes. Chipirones en aceite, berberechos con vinagre, espárragos gordos y sendos platos de tomate y cebolla, aliñados con gran tino. También dimos fin a varias jarras de cerveza, sugiriéndose en este momento la adquisición de un porrón, más propio para este menester. A continuación llegó a la mesa una fabada [...]. [...] aquí se da fe de que los comensales dimos buena cuenta de la susodicha fabada y degustamos con fruición hasta lo más hondo del puchero. Para  acompañar tan exquisito plato bebimos un rico vino de La Rioja de la cosecha de 1981. Largos comentarios suscitó lo apetitoso de lo servido y también se reconoció que no era cosa vana el proceso de calentamiento que con tanto esmero había llevado a cabo Toño.     Desalojada la mesa llegó a la misma un melocotón con vino, postre al que en tierras de Aragón llaman zurracapote, preparado por José Ignacio, y que todos convinimos en que estaba bueno. En este momento con los estómagos llenos y los corazones alegres, la conversación se hizo fluida y sin saber cómo y ni por quién se sugirió la creación de la Asociación Gastronómica San Gregorio, a la que automáticamente pasaban a formar parte los allí presentes que así lo desearan. El nombre de la asociación a todos pareció bien y se hizo notar que estaba en consonancia con lo distinguido de sus miembros.      En este momento Carlos nos ofreció un magnífico brazo de gitano de elaboración propia que gozaba de una presentación muy esmerada; ahora; si bien parecía, mejor sabía. Todos hubiéramos comido más.      Satisfechos, seguimos exponiendo puntos de vista y sugerencias sobre la recién creada Asociación Gastronómica San Gregorio, a la vez que tomamos combinados de güisqui Pass Port y Coca Cola, unos, y ginebra Beefeater y tónica Kas, otro.      Consignar aquí todo lo dicho resultaría tedioso e impreciso. Tan solo destacar que nos propusimos regularizar nuestras reuniones y convinimos en juntarnos el próximo mes de octubre.     A lo visto, se puede asegurar que todos allí lo pasamos bien, que alimentamos el cuerpo y sosegamos el Alma.      Entrada la tarde nos fuimos despidiendo y cada uno dispuso de su persona según fue su voluntad.                ZARAGOZA a 28 de SEPTIEMBRE de 1992 "

Cómo 15 años no es nada, que sean muchos más.

[FOTO: Rebollo encendiendo el pebetero olímpico el 25 de julio de 1992. Dos meses despúes se encendían los fogones de la Asociación]