En la Expo
Visitar la Expo ha sido el viaje de fin de semana más cómodo que he hecho en mucho tiempo. Cuatro minutos de autobús me han trasladado a una ciudad de la que había oído hablar pero que no conocía. Funiculares, un gran parque, La Torre del Agua, puentes, El Circo del Sol,... y sobre todo lo que los ingleses llaman "melting pot". Contrasta y divierte ver al voluntariado zaragozano recibiéndote en los pabellones de eslovacos, lituanos, nepalíes o indús, junto a paisanos de esos países. Aunque el primer día tenía aire de ensayo general y las cosas irán cambiando, creo que los trabajadores de los distintos países ya perciben que Zaragoza acoje al forastero.
Lo que más me ha gustado ha sido el Ebro. Nadie puede negar que es un río aragonés. Con dos cojones, cien años de registros históricos no valen para nada. Celebramos la fiesta del agua, pues toma agua. Puedo decir que he vivido siempre junto al Ebro. Sé que durante el año se alterna un Ebro que da miedo, con otro que languidece y te reta a cruzarlo a pie. Ayer ví el Ebro que me asustaba cuando camino del colegio cruzaba el Puente de Piedra y los remolinos me recordaban que seguían esperando más autobuses que devorar.
Como propone Fer podemos visitar juntos tan magno evento, y si vemos que hay que hacer cola para comer o cenar mal, nos cojemos un barco y nos volvemos a Zaragoza. Si el Ebro lo consiente.
5 comentarios
JIL -
Parece ser que un día iban san Pedro y Jesucristo dando un paseo por una vereda próxima a Zaragoza cuando se cruzaron con un baturro que iba hacia Zaragoza.
-¡Vaya güeno!... les saludó el baturrico al pasar. Estos le correspondieron al saludo y le preguntaron.
-¿Y a donde se va, buen hombre?
-¿Yo?... ¡A Zaragoza, a las fiestas del Pilar!.
-Si Dios quiere, hombre, se dice.
A lo que les respondió el baturro. Si quiere como si no quiere ¡Me simporta lo mesmo! Que yo voy pa Zaragoza.
-Tú no sabes quienes somos ¿Verdad?
-Ni mimprta una miaja, respondió descarado el maño
-¿Tanto te cuesta decir.Si Dios quiere?
Pero el baturrico a lo suyo. Viendo la terquedad y la irreverencia del hombre san Pedro le dijo a Jesucristo que debería castigarlo convirtiéndolo en rana por un tiempo y así no podría ir a las fiestas del Pilar, y así se hizo y el pobre hombre se capuzó en un charco que allí había.
Pasado el tiempo del castigo y de nuevo en camino hacia Zaragoza, para su mala suerte se topó de nuevo con los dos santos varones y volvieron a preguntarle como el año anterior.
-¡A Zaragoza!, respondió firmemente el baturro
-¿Cómo?... ¿Nada más?. Le inquirió san Pedro
-Bueno ¡A Zaragoza o al charco! Apostilló el hombre, que por más señas era de Tarazona, asumiendo de mala gana el poder de ambos personajes.
Y san Pedro viendo que había poco que hacer ante la decisión del aragonés, no tuvo más remedio que dejar que se fuera pa Zaragoza que es a lo que iba el buen hombre. Y es que se dice también que Uno de Tarazona no recula, aunque lo mande la bula
Eso lo escuché de pequeño cuando pasaba los veranos en la comarca del Huecha que está próxima a la susodicha Turiaso.
Pedrol -
Fer -
No puedo comentar nada de la Expo 2008 porque todavía no la he visitado. Pero vosotros ustedes que ya habéis estado allí podéis ir comentando vuestras impresiones para tenrelas en cuenta. Leo y oigo que está bastante bien y que poco a poco se van abriendo todos los espectáculos programados. O sea, que hay un antes y un despues. Quizá haya que esperar un poco, aunque con estos estupendos calores que nos han regalado de repente, podríamos acercarnos para acostumbrarnos a la temperatura gaditana. Lo tomamos como un día de playa pero sin playa. Todo se andará.
Juancho -
Nos vemos consocios.(En la Expo, en el Pirineo... que ya vamos sumando sitios y propuestas).
Olga -
JIL por qué no te arrancas y nos cuentas que le paso a ese maño que una mañana iba para Zaragoza y acabó en un charco.