1808 Los cañones de Zaragoza
"Rancho
La comida fue opípara. No es que hubiesen comido mal los días anteriores, pues las diferentes ventas y mesones que salpicaban el camino entre Valencia y Zaragoza llevaban justa fama. Pero las cocinas del palacio de Fuenclara permitieron a Alonso Hóndiga y su ayudante lucirse sobremanera en la preparación de los platos. El rancho militar a base de carne de tajo bajo había sido excepcionalmente sustituido por una especie de fritada de verduras como entrante y pollo en pepitoria como plato principal, con frutas frescas en el postre. "
(...)
"De aquí para allá circulaban con prisa nutridos grupos de escopeteros que escupían su miedo voceando consignas a grito pelado. La más repetida: <<¡Zaragoza no se rinde!>>.
Pese a la inminencia del ataque, todavía era posible encontrar no pocos establecimientos que funcionaban con cierta normalidad.
Hacia uno de ellos se dirigieron los dos artilleros. Una fonda casi elegante en comparación con otras, perteneciente a una <> situada al comienzo de la calle de San Pablo y que ostentaba el llamativo nombre de Posada de las Almas. Pidieron vino y algo de comer. Les recomendaron un plato de bacalao desalado con huevos, tomates y pimientos verdes, que encontraron ambos delicioso."
Fernando Lalana / José Mª Almárcegui. 2007
[ILUSTRACION: 1808 Los cañones de Zaragoza. ALFAGUARA]
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