El mejor jugador del mundo
Mi hermana y yo tenemos una disputa con mi padre. En 1999 Rafa Guijosa fue nombrado mejor jugador del mundo. Al comentarlo con mi padre, el añadió: ¿será en su puesto?; Sí, claro, le contestó mi hermana. Ah, bueno, concluyó. Síntoma claro de que la calidad de Guijosa no parecía ser suficiente mérito para hacerlo merecedor de semejante título.
En el caso del balonmano no es fácil comparar jugadores que juegan incluso en el mismo equipo. ¿Por qué ha de ser mejor jugador, el mejor extremo y no el mejor portero? Si Guijosa fue el mejor, ¿qué habría que decir del jugador que le fintó a falta de minuto y medio en la final de la Copa de Europa y forzó el penalti decisivo?. La cuestión no es baladí. ¿Qué significa ser el mejor en algo? ¿Durante cuanto tiempo se es el mejor?
Para mí la clave está en que el balonmano es el más colectivo de los deportes colectivos (junto con el rugby quizá) y los que hemos sido jugadores sabemos lo subjetivo que puede ser considerar y mucho menos considerarse el mejor.
Yo desde entonces relativizo todos los reconocimientos. El otro día cuando le dieron el Goya a Maribel Verdú yo pensé: ¿será interpretando a una madre coraje o a una guerrillera?, porque habría que verla haciendo de Torrente.
[VIDEO: Para mí los mejores españoles son Juanín y Fernando de Andrés (al que nunca vi jugar en partido oficial).]
Durante esta semana (del 17 al 22 de diciembre) hay una exposición sobre el balonmano en Aragón, en el centro Joaquín Roncal (calle San Braulio 5-7). Hoy martes Raúl Lahoz lo publicaba en el Heraldo y lo ilustraba con fotografías de nuestros queridos Luis Pedrero y Alfonso Mateo. No sé los horarios pero si algún socio (y/o empatizante) se anima podemos quedar y verla. Seguro que salimos en alguna fotico. Además nuestro presidente creo que ya la ha visto o tiene intención de verla.