Estampas de los Sitios de Zaragoza
"A esto venía agravarse la escasez de víveres y municiones. Habían entrado hombres en la plaza, pero no provisiones en igual proporción. El fantasma de la miseria y del hambre comenzaba pues a dibujarse, juntándose la falta de pólvora. Para evitar y paliar esta situación publicáronse bandos en los que se recomendaba la mutua transigencia entre militares y paisanos, amenazando con severos castigos, y en otro ordenábase la presentación de granos y legumbres y demás comestibles. Estableciéronse molinos de sangre para hacer la molienda del trigo; se fijó la distribución del pan y ordenose que éste no fuese más que de una clase para pobres y ricos."
(...)
"Los habitantes de ésta aprovechaban los días que restaban para quedar cerrado el bloqueo, haciendo entrar en la Ciudad a las comunidades religiosas que se habían trasladado a los publos próximos, a los labriegos y gentes útiles de las torres cercanas y cuantas provisiones de boca y de guerra se pudieran conseguir, que fueron muchas. Estas últimas sobre todo, comenzaron a escasear. El pan de munición, único que se elaboraba, aún se mantenía barato los primeros días del sitio, ya que la libra costaba sólo tres cuartos, pero en cambio, para comer carne se necesitaba certificado de estar enfermo, y aún así, no llegaba para los seis mil enfermos que había en el Hospital de Misericordia..."
Estampas de los Sitios de Zaragoza. Jesús Madre Casorrán. 2007.
[ILUSTRACION: Defensa del púlpito de San Agustín. César Alvarez]
2 comentarios
Iñakil -
Propongo que cuando llegue el bicentenario del segundo sitio, nos hagamos un vermut por cada puerta de la Zaragoza sitiada. Creo que eran 12.
Fer -