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Buena chanza, mejor pitanza

ZARAGOZA 1808

ZARAGOZA 1808

La capital del reino de Aragón, con sus 55.000 habitantes estaba construida por una red de calles estrechas y sombrías, esparcida de plazuelas. Contaba con ocho puertas; Puerta Sancho, Portillo, Carmen, Santa Engracia, Quemada, Sol, Ángel y San Idelfonso o tripería, aunque según las crónicas hubo 4 más de la época romana: Cinegia, Portaza (en Tenerías), Duque (en San Miguel) y Valencia . Sus muros o murallas eran la unión que formaban las casas con tapias y cercados en jardines y huertos. Construidos con cal y canto, tierra o ladrillos. A simple vista, la defensa de la ciudad era completamente nula, haciendo de Zaragoza una ciudad abierta.

Contaba con dieciséis conventos de monjas y veinticuatro de frailes, algunos de los cuales eran hermosas masas arquitectónicas con relevante valor artístico. Por desgracia, unos cuantos fueron destruidos durante los asedios. En la orilla izquierda del Ebro al otro lado del puente de Piedra, se situaba el Arrabal de Altabas con sus fértiles huertas y sus dos monasterios. La ciudad en sus afueras estaba rodeada de extensos campos de olivos. Por su parte este, transcurre el río Huerva que desemboca en el Ebro. Posee de unas lomas estratégicamente situadas; la de Torrero, Casablanca y Buena Vista, por cuyo pie discurre el Canal Imperial de Aragón y que fueron muy bien aprovechadas por los franceses para bombardear a placer la ciudad.

Su orgullo eran las dos iglesias catedrales, La Seo y El Pilar, sobre todo esta última. Contaba con dos hospitales, el de Convalecientes y Nuestra Señora de Gracia. Siendo prestigiosos y caritativos, acogiendo toda clase de enfermos e incluso dementes. Sus médicos tenían merecida fama en toda Europa.

La Real Academia de Bellas Artes de San Luis promovía la industria artesanal, fomentando mano de obra cualificada. La economía de la ciudad se basaba en la agricultura, ganadería y comercio.

La ciudad publicaba gaceta y diario. Para distracción de la población disponía de plaza de toros y un teatro. Era sede de la Capitanía General así como de magistrados, arzobispos, regidores, nobleza y ricos propietarios con sus lujosos palacios. La sociedad, como en el resto de España era feudal e inculta, solo una pequeña minoría era ilustrada. La Real Sociedad Económica Aragonesa de amigos del País, trataba de innovar con poco éxito, pues chocaba con el clero y los claustrales de la Universidad con su conservadurismo.

 

4 comentarios

Iñakil -

Bienvenido Diego, buena aportacion.

Diego -

Hola buenas, solo comentar que, de esos 55.000 zaragozanos, en 1809 solo quedaban 12.000.

carlitos -

Y la que montaron los cabrones¡¡¡¡..... estoy por cambiar, o al menos repartir, mi odio ancestral hacia los sajones........

Iñakil -

Carlitos, gracias por la colaboración. Muy apropiada además siendo hoy cuatro de agosto. Hace doscientos años los gabachos asaltaron Zaragoza.