El Sur
La primera vez que entras no te parece que estés en un lugar de comidas. Con una pequeña barra, más pequeña aún la cocina y capacidad para 20 o 25 personas comiendo, El Sur, ofrece una carta de raciones y platos que satisfacen el paladar más exigente. No admite reservas, así que cuando llegues pregúntale a Nieves cómo va la cosa. Si la ves parada es que has llegado el primero. Ella te dirá claramente cuánto tendrás que esperar. Una vez acomodado, tranquilidad, desde aquí te recomendamos que pidas unos entrantes para compartir, por ejemplo espárragos, ensalada de ventresca o parrillada de verduras. La materia prima es excelente así que déjate aconsejar por Nieves y elije los platos de temporada (tortilla de bacalao, consomé o alcachofas, por ejemplo). El jamón o los curados también son de primera, además, Antonio los corta en el momento de servir. Como plato fuerte ofrece varios pescados y varias opciones de carne, también procede compartir. Los platos son contundentes por el tamaño de la ración, pero en nigún caso pesados. Excepcional la ventresca de bonito a la plancha o el calamar de playa.
La mejor prueba de calidad es que los platos vuelven a la barra vacíos y que no cansa repetir.
Dirección: Plaza San Pedro Nolasco 4. Zaragoza.
Precio: 25 €.
Observaciones: No admite reservas. No da postres dulces.
4 comentarios
Conchi -
Un lapsus lo tiene cualquiera.
Anónimo -
Olga -
Fer -
Las mesas que se ven en la foto, unidas a otras dos que se encuentran ubicadas a la derecha (por esa causa no han salido), constituyen todo el mobiliario del recinto-Bar. Es decir, que aun estando ocupadas todas las mesas, el aforo es sencillo, lo cual lo hace más agradable por la falta de voces altisonantes.
Las viandas que se degustan, se encuentran expuestas en el expositor que sirve de mostrador a la cocina, y lo que allí veáis es lo que hay para comer-cenar. Todo lo que encarguéis se coge de ese sitio, tanto la carne como los pescados y ensaladas o verduras. Excepto la bebida, claro. Excepción a la excepción es cuando les visita nuestro amigo Pepito Malón (P-Tinto Malón, según nuestro presi, recordando a la película del mismo título). El vino del señor Malón, ya sea invierno o verano, siempre viene de la nevera. Prerrogativas que se adquieren con el buen uso y comportamiento. ¡Para qué os voy a contar!
Que conste que esta propaganda que hacemos de nuestro local favorito para cenar después de los partidos del CAI Balonmano Aragón y algú que otro día suelto, no nos la han encargado los responsables Toño-Nieves, pero es de ley que conozcáis nuevos y buenos sitios donde disfrutar de unos buenos productos, un trato excelente y un ambiente cálido, y a veces intimista. ¡Ah! Y no intentéis emular al maestro cocinero. Su única herramienta es la plancha, pero tiene una poción mágica que le da ese sabor peculiar y agradable a las viandas. Nosotros lo hemos intentado, y todo lo que hemos conseguido es aproximarnos bastante.
Como dice ARQUIÑANO, "animaros, que merece la pena".